Rafael Astola: el indulto. Por A. Fernández de Cachero M
Rafael Astola: el indulto
Desde que leí el azulejo que en los corrales de la plaza de toros de Sevilla los maestrantes tienen dedicado a la efeméride del indulto de un novillo y en la tal referencia no consta tu nombre como el torero que lo toreó y que a lo mejor tuvo mucha parte en el indulto por la forma de llevar la lidia, tenía muchas ganas de escribirte una Galería de Arte. Pero el tiempo, ese tiempo que nos falta siempre para todo y que vale su peso en oro, me lo tenía negado porque no tenía para escribirte ésto que es lo que estoy haciendo ahora. Pero como Undibé es grande y justo, en una de estas novilladas del abono de la Real Maestranza de Sevilla el público pidió el indulto de un buen novillo, de golpe, se me vinieron a la cabeza cosas que tengo guardadas en el macuto de la memoria y dije de ésta no pasa, coño, y ayudado por datos que tengo y otros que me suministraron voy a intentar que se te salten las lágrimas lo mismo que me está pasando a mí.
Era el año 1965, día doce, día de la Virgen del Pilar, de un mes esaborío, octubre, y lo digo por que es el paso del verano al otoño y nos ponemos “macandé perdío” el tiempo y yo, con tantos nubarrones y vendavales, sin embargo aquella tarde era templada, tranquila y soleada cuando tú salías por el abierto portón de arrastre de la plaza de toros de Sevilla, detrás de los alguacilillos a caballo, dispuesto para hacer el paseillo con un vestío rosa palo y oro, todavía dolorido de la cornada que te había dado un novillo en Las Ventas de Madrid. Como compañeros de terna, Paco Puerta con vestío cardenal y oro y Pedrín Benjumea, de azul pavo y oro. Menos de media plaza de asistencia y en los chiqueros seis novillos negros del Marqués de Albaserrada, a saber “Bocablanca”, nº 23 y 432 kgs., “Solitario”, nº11 y 375 kgs., “Interino”, nº17 y 387 kgs., “Entretenido”, nº38 y 363 kgs., “Laborioso”,nº 24 y 425 kgs. y “Mayoral”, nº36 y 383 kgs. Esto para que se fijen en los kilos los partidarios –nuevos aficionados de hoy- de los gayumbos, que solo sirven para tocarles las palmas a la salida de toriles.
En el sorteo de la mañana de corrida te había tocado el lote compuesto por el nº 11 y el nº 24, echando el de menos peso por delante y el de más peso por detrás, o sea para que nos entendamos, como tú ibas detrás de Paco Puerta que era el primer espada el nº 11 fue el primero tuyo y segundo de corrida y el nº 24 segundo tuyo y quinto lugar en la novillada y como se dice que no hay quinto malo, aquí se cumplió el dicho taurino.
Al primero de tu lote le habías cortado una oreja después de matarlo de una estocada regularmente colocada, pero como le habías formado un taco con el capote y con la muleta, el presidente – Don Tomás León- no tuvo más remedio que sacar el pañuelo ante la petición insistente del personal, porque si no, nanay de la China, que ya sabíamos todos como se las gastaba Don Tomás.
Cuando salió “Laborioso” en quinto lugar con el número del día de Nochebuena en el costillar y le vimos las tres o cuatro galopadas primeras, todos empezamos a decirnos éste es el de la Puerta del Príncipe de Rafaé, todos menos el usía, claro, que no te la concedió.
“Laborioso”, en la línea de los “Pedrajas”, no es que fuera una res de lidia, es que era una auténtica máquina de embestir. Lo picó El Beta con tres puyazos monumentales, de los que se les metía en cada uno las cuerdas y medio palo, el primero duró más de diez minutos y lo tuvieron que colear para quitarlo del caballo, igual que en el segundo y el último lo tomó arrancándose casi de los mismos medios de la plaza. En banderillas se vino arriba, tanto que empezaste la faena doblándote por bajo para atemperarlo porque no había quién pudiera con él, fíjate, Rafaé, porque tú lo sabes, que a los toros estos grandones que quiere el público que hoy salgan a la plaza, además de solo tropezarlos con el caballo, como empieces la faena por bajo y le toques las orejas no le das ni un solo pase porque ya no andan. Sin embargo a “Laborioso” que le faltaban solo dos meses justos para poder ser lidiado como toro -nació el 13-XII-61- y con solo 425 kgs. de peso, antes de llevártelo para los medios y estirarte con él lo tuviste que doblegar con doblones toreros y poderosos. En los medios os encontrasteis los dos, un torero de raza y un toro encastado a más no poder y se fundió el toreo. Torero, toro y toreo de antes y de siempre, aunque hoy traten de descafeinarlo quitándoles casta a los toros para que el torero pueda andarle por la cara a su antojo.
Formasteis tal lío los dos que antes de entrarle a matar -hiciste la suerte con una banderilla simulando el estoque- ya estaba el público pidiendo el indulto que fue concedido por el presidente y para ti pidieron hasta el rabo, solo una oreja simbólica concedió Don Tomás León que te privó de salir por la del Príncipe y que te llevaran a hombros hasta Triana, él sabría porqué. La bronca se oyó en Lebrija. Pero no quiero ser como los críticos? taurinos de ahora que más de media crónica taurina la emplean para hablar de los equipos gubernativos dándoles el protagonismo que solo deben tener el toro y los toreros, también ellos sabrán porqué.
Hasta ahora y que yo sepa “Laborioso” es el único novillo o toro indultado en corrida en los anales de la plaza de toros de Sevilla. Fue tan emocionante su lidia que un bodeguero de La Palma del Condado –gran aficionado torista- a un amontillado de sus bodegas lo comercializó con su nombre.
Volvió “Laborioso” a la finca Mirandilla del término de Gerena y Don José Luís García de Samaniego, Marqués de Albaserrada, su ganadero de entonces me comentó que lo tuvo padreando durante diez años, que dio a la luz cerca de cuatrocientos hijos entre hembras y machos, de éstos un montón de toros y novillos de nota, muriendo finalmente un seis de enero del año 76 a la edad de quince años. Que esté en la gloria de los toros de Gerión y tú Rafaé, Rafael Astola, torero de Triana, estás y estarás de por siempre en la gloria, no de las paredes, pero sí de las de las páginas de oro de los libros de la Real Maestranza de Sevilla, donde Triana, la Triana taurina, por tí y por otros toreros es mencionada a través de la historia de la mejor plaza de toros del mundo, la de Sevilla.
Este escrito fue publicado en Julio del año 2003 en la extinta revista TRIANA, sección GALERÍA DE ARTE, pag. 48 y lo recupero hoy que se ha vuelto a producir otro indulto en la Plaza de Toros de Sevilla en el toro Arrojado de la ganadería de Núñez del Cuvillo, lidiado por José María Manzanares al que, simbólicamente, le concedieron las dos orejas sin siquiera haber simulado la suerte de matar. Éra la tarde del 30 de abril de 2011.
Naturalmente la época era otra, la plaza y los aficionados también, no es lo mismo una plaza con todo el papel vendido en la feria de Abril del 2011, que un final de temporada del año1965 con menos de media plaza, Hasta el olor era otro, en aquellos tiempos por fuera y dentro de la plaza se olía a boñigas y a cagajones, casi se masticaba el olor. Había cajones de toros ruinosos frente a Contaduría y los picadores tanteaban la fuerza del brazo y la boca de los caballos en la calle Circo al trote y al galope. El bouquet era de tarde de toros. Hoy el bouquet es distinto, hoy disfrutan todos los sentidos a la vez, maravillosamente, pero la sensación que tengo es que voy al teatro.
Por eso el momento del indulto también fue distinto, y el toro –uno se indultó solo y otro lo indultó el torero, no es lo mismo un novillerito en ciernes que un figurón del toreo- y el público, y el ganadero, y los besos en el callejón, y las lágrimas, y la histeria de los saltos, y el al fin se consiguió la rendición, y los presidentes de una tarde y otra -uno tomando partido por el toro y otro por el torero, sin exigir que completara una de las suertes más importante- quizás la magia fue parecida y la que hizo que se reunieran todas las estrellas para que se volviera a vivir una tarde que contar por los mostradores de las tabernas y por las esquinas de las tertulias de todo el orbe taurino.
No quiero que se quede en el tintero que los señores maestrantes con su hermano mayor a la cabeza tuvieron el detalle de quitar el azulejo que recordaba la efeméride y pusieron otro en el mismo sitio; en este nuevo ya consta el nombre de Rafael Astola y el de “El Beta” como picador que picó al novillo, por lo que la revista TRIANA, en su momento, lo agradeció dedicándole un editorial con las ilustraciones correspondientes.
A.Fernández de Cachero M
Mayo del 2011.
Mayo del 2011.
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