David ha vencido de nuevo a Goliat. Sin embargo, ni el primero es o ha sido un pastor; ni el segundo es un gigante de más de dos metros. El arma utilizada tampoco ha sido una honda ni una piedra, sino una muleta movida por una mano baja y una entrega que ha justificado su nombre en el cartel.
David Mora ha defendido su rebaño, o su puesto en el escalafón, enfrentándose a un gigante que llevaba hoy por nombre Monumental plaza de toros de Las Ventas. Un gigante que pesa a muchos, que presiona, que impone; pero al que hay que saber vencer para conseguir respeto y, por qué no, rozar la gloria.
No sólo al gigante venteño, sino que el madrileño también ha tenido que hacer frente a dos ejemplares de Martín Lorca. Dos gigantes más. Y no por su volumen, que también; sino porque hacía falta saber cuál era la distancia adecuada del primero y cómo disimular la sosería del segundo.
El primero del lote de David Mora, Indiano de nombre, ha sido un gigante de 587 kilos y negro listón salpicado de capa. Al incio de la lidia, cual líder de los filisteos, ha buscado mandar en el ruedo, saliendo suelto y haciendo el caso justo a los capotes.Oliva Soto ha intentado vencerlo con unos personales delantales, pero era el turno de David.
En la historia, el pastor se presentaba de forma voluntaria ante el rey de Israel para vencer al enorme hombre. Mas en este caso, la presentación de aquél que decidió ser torero han sido unos derechazos de mano muy baja y templados ante los pasos rebrincados del de Martín Lorca. Con la zurda, el adversario salía de la suerte, peroDavid se volvía a cruzar para evitar esa pérdida de recorrido.
Para conseguir la victoria en la arena, no llevaba una honda cargada con una piedra; sino una espada llena de ganas de acabar de forma certera con la vida del giganteIndiano. El otro Goliat, el que impone, sacaba sus pañuelos blancos para pedir el premio a la batalla igualada entre ambos. Pues el salpicado, también se llevó su ovación en el arrastre.
En la segunda batalla salió al ruedo Botero. David Mora decidió, en esa ocasión, que debía también conquistar al gigante venteño con el capote. Así, con una rodilla en tierra recibió a su adversario y con un ajustado galleo por chicuelinas se lo llevó al caballo. También en esta ocasión, el sevillano Oliva Soto quería formar parte de la batalla con unas verónicas, pero de nuevo, era el turno del madrileño.
Naturales de buen trazo realizó David que el gigante negro deslució al quedarse corto y buscar siempre a quien quería tirarle la piedra o clavarle la espada. Malas intenciones tenía el ejemplar, pero Mora le presentaba la muleta plana, cruzándose siempre a pitón contrario y dejando su firma en el albero con las zapatillas.
Sin embargo, la sosería de este gigante llegó al otro, al público. Éste ejerció su poder de liderazgo y le aconsejó al madrileño que cogiese ya su honda o su espada. Así, le propinó una estocada entera, pero algo desprendida y trasera al gigante de Martín Lorca. A ello, el que impone, el Goliat del tendido, le permitió saludar en el tercio.
También combatió en la arena el sevillano Oliva Soto. En el primer Goliat de su lote, el de Camas brindó al gigante público su posterior batalla. Sin embargo, le faltó confianza y no guardar tanto las distancias ante uno de Martín Lorca que embestía a media altura. Cuando parecía que iba a ganar la batalla con la zurda, ya era tarde y elGoliat se había apagado. A la hora de utilizar la honda, se salió de la suerte y la piedra, espada en este caso, quedó baja. El silencio gobernó el tendido después del aviso y de los tres descabellos.
El último, el toro de Escribano Martín, fue recibido de rodillas por el sevillano. En la faena de muleta, Oliva Soto se empeñó en sacar a su adversario a los medios, pero el Goliat consiguió quedarse en el tercio. Derechazos ligados y algún que otro natural, pero como el sevillano vio que no llegaba al gigante del tendido, decidió rematar su batalla con unas ajustadas bernadinas. Se escuchó la voz del Goliatventeño, pero se calló cuando pinchó y mató de una estocada casi entera, teniendo que usar el estoque de cruceta.
Buena presentación ha tenido el primer enemigo de Serafín Marín. El catalán le ha dado la bienvenida con unas templadas verónicas. David Mora, con su quite, ya quería probarse con el toreo fundamental ante el gigante de su compañero. Sin embargo, era el turno de Serafín Marín, pero poco ha podido hacer el de Moncada i Reixac ante la poca fuerza del colorado de Martín Lorca.Con el segundo de su lote,Ninfo de nombre, no ha sido ninguna deidad, sino más bien un encastado gigante al que el catalán ha podido vencer con unos templados derechazos y unos naturales en los que ha faltado algo de acople. Una batalla de más a menos que ha finalizado con el pinchazo y la estocada.
Las Ventas retomaba su temporada habitual actuando de gigante Goliat que como líder del toreo ha premiado la actuación de David Mora. Un madrileño que ha vencido a dos gigantes y ha cautivado a uno. Y no con una honda, sino con la entrega y la mano baja.
Ficha del festejo:
Las Ventas, un tercio de entrada. Se han lidiado cinco toros de Martín Lorca y uno, el sexto, de Escribano Martín. Buena presentación. Destaca el segundo de la tarde, un bravo negro salpicado. Nobles y encastados el resto.
Serafín Marín (blanco y oro): silencio y aplausos.
David Mora (pizarra y oro): oreja y saludos.
Oliva Soto (nazareno y oro): silencio tras aviso y saludos.