Comienza el festejo. Abre plaza El Fundi con Aragonés, un astado negro de 618 kilogramos. Primer Cuadri de la tarde. Un zambombo, grandísimo y muy hondo, que siempre caminó sin hacer atisbos de galopar. Peleó con timidez y derrote. En la muleta lo intentó, aunque sin conseguirlo. El Fundi trató de ponerse por los dos pitones sin poder lucir en momento alguno. Macheteó con algunos apuros y mató de pinchazó y media en buen sitio.
Segundo de la tarde, de nombre Zapato, para Iván Fandiño. Un negro listón de 558 kilogramos. Importante la firmeza de Fandiño que terminó por imponer su ley a base de clavar las zapatillas ante el segundo Cuadri de la tarde. Decidido, sin gestos para la galeria y muy de verdad, Fandiño se puso a torear primero sobre la mano derecha en dos tandas de tremendo ajuste. Mediada la faena, y con el toro más aplomado,se echó la muleta a la zurda y volvió a arrancar pasajes de palpable riesgo y sinceridad. Su seria actuación fue rematada de estocada cobrada ley. Se pidió la oreja aunque no se le concedió.
Aviador se presentó con regates al capote de Alberto Aguilar y rebañando ya por el pitón derecho en los primeros compases. Su espectacular pelea en varas maquilló su manifiesta querencia hacia los terreno de chiqueros. Llegado la faena de muleta, Aguilar se fue al abrigo del tendido 6, donde menos viento hacía y donde también erael lado opuesto de la querencia del animal. Quiso torear sobre la mano derecha y llegó una impresionante voltereta donde el toro lo campaneó en un instante dramático. A partir de entonces, el trasteo fue una pelea de peligro palpable y sin posibilidad de lucimiento. Al entrar a matar, el torero se entregó para meter la mano y volver a salir trompicado en otro pasaje de riesgo. Palmas en el arrastre.
Formal, el cuarto, no hizo honor a su nombre. Una prenda desde que salió emulando a Messi en los regates, a Santillana en los cabezazos y a Casillas a la hora de esperar la acción del delantero. De El Fundi, en este caso, que deambuló a su alrededor sin ser capaz de pegarle ni uno porque no los tenía el toro. Y se lo quitío del medio de estocada en los bajos antes de escuchar pitos.
La disposición de Fandiño se pudo comprobar desde el vibrante saludo de capa bien rematado con dos sobresalientes medias, en su brega y en la colocación generosapara con el toro en el tercio de varas. Tras un espectacular tercio de banderillas de Pedro Lara y Llaverito, Fandiño se puso a torear en los medios sin probatura alguna. Las dos primeras tandas sobre la mano derecha tuvieron limpieza,profundidad, ajuste y ligazón. El toro comenzó a sosear sacando la cara por encima de los trastos y a Fandiño no le importó. Se puso al natural y aunque la faena bajó en intensidad el mérito fue importante. Mató de estocada trasera volcándose encima y paseó una meritoria oreja.
Intrascendente resultó el sexto acto de la última de la Feria de San Isidro. Bolo no resultó material adecuado para que el madrileño Alberto Aguilar remontara su tarde. Se compuso el trasteo por ambos pitones sin captar la atención del público y mató sin demasiado acierto. Mató de media estocada.
Ficha del festejo:
Lleno en Las Ventas.
El Fundi (verde menta y oro): silencio y pitos.
Iván Fandiño (nazareno y oro): Vuelta al ruedo tras aviso y oreja.
Alberto Aguilar (lila y oro): saludos y silencio tras aviso
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