MAURICE BERHO
Nîmes (Francia). Sebastián Castella ha cortado tres orejas y ha abierto la Puerta de los Cónsules en el mano a mano entre Fuente Ymbro y La Quinta que ha tenido lugar en Nimes. El torero de Beziers, muy centrado y despejado de mente, ha protagonizado una gran tarde, posiblemente la más completa de su temporada. Talavante también estuvo a un gran nivel pero los aceros redujeron su balance final. Curro Díaz por su parte reapareció con un lote complejo que nunca le puso fáciles las cosas.
El segundo peleó bien en varas y llegó a la muleta con recorrido y empuje, pero Castella le cuajó una faena excepcional. Inició el francés su labor en los medios con varios pases cambiados de gran ajuste para tirar del ejemplar de Gallardo con ambas manos, enganchado delante y llevando muy atrás su embestida, muy despacio además, antes de meterse entre los pitones al final de su importante obra. El santacoloma jugado de quinto tuvo virtudes de su encaste pero no puso las cosas fáciles. Castella lo entendió, le dio celo y ritmo a su embestida, y cortó la oreja que le abría la Puerta de los Cónsules.
El tercero tuvo clase y calidad pero mediada la faena menguó su ímpetu.Talavante lo entendió perfecto, primero lo cuajó con la mano derecha en dos series soberbias de conjunción, de expresión y acabado y luego cuando el toro bajó, lo tomo más en corto y al ralentí le dibujo muletazos a cámara lenta, sin violentarlo, sin un solo tirón, para acabar metiéndose entre los pitones. Un pinchazo le dejó sin premio. La espada le volvió a jugar una mala pasada en el sexto, pues el estoque hizo guardia en la suerte de recibir y aunque volvió a repetir intento con éxito, el público se premió con una sola oreja otra labor de mucho esfuerzo ante un toro que se movió pero con la cara suelta y sin entrega.
Curro Díaz reapareció tras su percance de Sevilla con un animal bien hecho, que cumplió en varas, cortó en banderillas hasta voltear aparatosamente a su tercero, y se afligió un tanto en el último tercio, muy reservón y remiso. No fue mejor el cuarto, de La Quinta, muy en tipo pero de corto viaje y reponiendo las embestidas. Dura papeleta para un torero que llevaba un mes en el dique seco.
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