César Valencia en su primero de la ganadería de Cuillo le hizo una faena llena de entrega y desicion con técnica y calidad y el corto las dos orejas tras soberbia estocada, en su segundo que fue de Miura con mucho peligro el cual lo cogió de forma aparatosa con la capa lo cual lo dejo toda la lidia mermado de facultades y que le costó despacharlo en forma bien escuchando los tres recados, pero sin embargo salió en hombros de la plaza en vista de su calidad de faena y las orejas de su primer toro
Borja Jiménez cortó una oreja en cada novillo en forma valiente mientras el novillero
El Maní fue silenciado en ambos sin antes escuchar sus recados respectivos por pasarse del tiempo de lidia.
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