COMUNICADO DE LA AIT ANTE LA DECISIÓN TOMADA POR EL CONSELL DE CULTURA VALENCIANO
La solución que la Tauromaquia requiere es su inscripción en el Inventario Nacional como Patrimonio Cultural Inmaterial, no su declaración como Bien
de Interés Cultural
Identificar el patrimonio Cultural de los pueblos corresponde a los ciudadanos y no a la Universidad. Las declaraciones de PCI aprobadas en ciudades y pueblos, tienen
mucha mayor legitimidad que las consideraciones de cualquier institución pública
o privada por prestigiosa o importante que esta sea
La decisión del Consell de Cultura
de Valencia de archivar su pretendida declaración de la Tauromaquia como BICI en esa Comunidad, no por esperada resulta
menos desagradable ya que “el
revolcón” sufrido viene
dado por utilizar un procedimiento que, como desde el
departamento jurídico de esta AIT al
propio Conseller se le hizo
saber, es impropio e injustificado dado
que
el referido expediente BIC otorga
un papel determinante a instituciones que nada tienen
que
ver
con el proceso de identificación del
Patrimonio Cultural de los pueblos, papel
que corresponde única y
exclusivamente a los ciudadanos, quienes lo vienen
realizando exitosamente
Ante lo anteriormente expuesto queremos decir:
Primero: En la Comunidad de Valencia la Tauromaquia sólo requiere que el
Conseller la inscriba en el Inventario del Patrimonio Cultural Inmaterial del pueblo valenciano creado por la
Ley
4/1998, atendiendo sin mas la petición que le ha sido formulado desde numerosos ayuntamientos que la
han
reconocido como parte de su PCI a
solicitud de miles de ciudadanos, que han actuado conforme lo ordena la Convención para la Salvaguardia del PCI de la Unesco.
El papel de la Administración, además
de la salvaguardia, está reducido a la designación de un grupo de
expertos para la elaboración de la definición correspondiente,
sólo
a los fines de dicha inscripción.
Segundo: El Estado tiene la obligación de adoptar
las
medidas necesarias para garantizar la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial presente en su territorio. La medida de protección de más alta categoría a la que España
debe acudir es la declaración de la Tauromaquia como Patrimonio Cultural
Inmaterial del pueblo español (recogiendo todas sus expresiones, de plaza o
calle). Declaración lograda recientemente para la cetrería, el flamenco, el
silbo gomero, la dieta mediterránea o los castellets.
Tercero: La Convención para la Salvaguardia del
Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO (la que debe invocarse en la
declaración española) dispone que son los ciudadanos, los grupos e incluso los
individuos los que identifican el Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) de los
pueblos, el que a diferencia del patrimonio natural y monumental, es
propiedad de los pueblos que lo practican y recrean y no de los
Estados.
Cuarto: Como consecuencia de ello, las declaraciones que han venido realizando los ciudadanos a través de sus ayuntamientos con total transparencia y legalidad, identificando la Tauromaquia como PCI de sus ciudades y pueblos a lo largo del territorio español, , tienen mucha mayor legitimidad que las consideraciones de cualquier institución pública o privada por prestigiosa o importante que esta sea.
Quinto: Si bien es elogiable que las Comunidades
Autónomas articulen cuantas medidas de defensa de la Tauromaquia esté en sus
manos, es la Administración Central, en ejercicio de las facultades que le
confiere la Constitución y otras normas legales y actuando como ordena la
Convención de la Unesco, la que debe atender el clamor popular y ciudadano de
mas de 500 ciudades y pueblos que han declarado la Tauromaquia como parte
integrante de su Patrimonio Cultural Inmaterial, procediendo a incluir a la
Tauromaquia en el Inventario del PCI del pueblo español.
Sexto: Que con esa sola declaración de PCI del
pueblo español, (sin necesidad de ingresar en la lista representativa de la
UNESCO) se alcanzaría el blindaje y la protección que otorga un tratado
internacional como el referido, que es Ley en todo el territorio español.
Séptimo: Francia declaró la Tauromaquia como PCI
del país con tan sólo 47 localidades que la recrean. En España son miles los
municipios en los que el Toro está presente en las plazas y calles de sus
pueblos y ciudades, la Fiesta de los Toros está extendida por toda España, ¿por
qué esperar más? Si desde el Ministerio de Cultura español se aplaude la
medida de Francia y de ella dicen “chapeau” ¿por qué no lo imitan? . ¡Basta ya
de complejos. Defínanse!.
Por todos los anteriores motivos, instamos al gobierno nacional, a través de su Ministerio de Cultura, a cumplir su función de coadyuvar en la identificación del Patrimonio Cultural Inmaterial del pueblo español, incluyendo a la Tauromaquia en el Inventario del PCI Nacional, previa designación de un grupo de expertos españoles que elaboren la definición correspondiente con la participación de los grupos y organizaciones no gubernamentales pertinentes. .
Señores representantes políticos e
institucionales: dejen de torear de perfil, de adornarse con pases por alto y
pónganse de frente; paren, templen y manden como los cánones del toreo verdadero
exigen: en corto y por derecho. Agarren el toro por los cuernos y acaben de una
vez por todas con las desmesuradas embestidas y agresiones que la Tauromaquia y
los ciudadanos que la amamos venimos indiscriminadamente sufriendo.
La paciencia a los aficionados se les empieza a
agotar. Saludos, tras el primer aviso.
Madrid, 21 de junio de 2012.
Junta Directiva AIT
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