LOS AFICIONADOS A LOS TOROS SE REBELAN
Una auténtica rebelión de los aficionados a los Toros se ha puesto en marcha desde lo más profundo de Castilla.
Zamora, provincia taurina donde las haya, ha sido la primera en dar el paso al frente en contra de eventuales y posibles prohibiciones a la más arraigada y genuina tradición del pueblo español: La Fiesta de los Toros. En esta provincia, donde se repite más que en ninguna otra la palabra Toro para designar el nombre de sus pueblos, estancias y hasta su vino, ya seis municipios, Toro, Guarrate, Villalpando, Vezdemarbán, San Miguel de la Ribera, y Cuelgamures, han declarado sus festejos taurinos como Patrimonio Cultural Inmaterial amparados en la Convención de la UNESCO del año 2003, y esta semana lo harán los municipios Castroverde y Benavente, en este último a petición de 30 asociaciones y peñas taurinas de la localidad.
Y es que es justamente la Convención de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de laUNESCO, la que faculta a los individuos, los grupos de aficionados y a sus peñas taurinas, para que puedan pedir a sus autoridades locales tal declaración, siendo las corporaciones municipales, por estar directamente conectadas al sentimiento de sus pueblos, las llamadas a decretarlas, dando de esta manera protección a las costumbres, tradiciones y expresiones culturales de sus habitantes, así como preservándolas para las futuras generaciones.
No podía ser más acertada y oportuna esta acción, que acude en auxilio de los gremios profesionales, los llamados a dar los pasos en defensa de su actividad profesional, que se esfuerzan en articular las medidas a tomar para enfrentar los ataques abolicionistas tanto de los antitaurinos, como de aquellos que utilizan la Fiesta como arma arrojadiza por razones políticas.
Lo cierto es que la respuesta a todos ellos viene desde abajo, desde el sector mas amplio del mundo del Toro, que es el de los aficionados que aman esta Fiesta porque forma parte de sus mas profundas raíces, convicciones y tradiciones, y quienes en definitiva la sostienen pagando religiosamente sus entradas al espectáculo, por lo que deberían ser tenidos muy en cuenta al momento de tomar medidas e impulsar iniciativas.
La definición del Patrimonio Cultural Inmaterial contenida en la referida Convención de la UNESCO es como un traje a la medida de la Tauromaquia, por lo que será muy difícil que se deje de reconocer su valor, no solo como elemento cultural de un grupo significativo de pueblos americanos y europeos, sino como auténtica Obra Maestra de ese Patrimonio Cultural Inmaterial, que ha inspirado mas que ninguna otra el trabajo de artistas, pintores, escultores, músicos, poetas, dramaturgos, cineastas, compositores, cantantes, bailadores y a otros intelectuales de muchísimas disciplinas.
Con las obras de arte que existen sobre la Tauromaquia se podrían llenar varios Museos del Prado y de Louvre, y varias bibliotecas serían necesarias para albergar en sus estanterías todas las obras escritas sobre la Fiesta de los Toros.
Por ello la rebelión de los aficionados tiene un valor extraordinario, es una auténtica rebelión cultural,para evitar que aquellos que pretenden expoliar el Patrimonio Cultural e Histórico de nuestros pueblos puedan llevar a cabo su despropósito.
Es muy probable que estas declaraciones municipales se extiendan rápidamente, pues el procedimiento es muy rápido y sencillo, basta con la propuesta a los ayuntamientos y a su aprobación en el pleno municipal, para blindar nuestras Fiestas de Toros y garantizar de una vez por todas a estas generaciones y a las futuras, el ejercicio pleno de la libertad de poder disfrutar de un legado cultural macerado en siglos de historia.
Williams Cárdenas Rubio
Asociación Internacional de Tauromaquia
Presidente
28-III-2011
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