sábado, 28 de enero de 2012

NO SEA TOCHE LE DIJO UN NIÑO A UN POLICIA QUE NO LE QUERIA DEJARLE ENTRAR A LA PLAZA DE TOROS DE SAN CRISTOBAL



NO SEA TAN TOCHE!!!! YO VENGO A VER A MORANTE!


Así de contundente le respondió un niño de unos 11 años a un policía que pretendió impedir su entrada a la Plaza de Toros de San Cristóbal en la 1ª corrida de la Feria, en la que actuaba el diestro sevillano Morante de la Puebla.

"No sabe usted que los toros fueron declarados  por la Alcaldesa Patrimonio Cultural del pueblo sancristobalense, y que yo sepa también formo parte de ese pueblo" agregó, mientras que con actitud firme y decidida entraba a la plaza ante la sorpresa de todos los preentes incluido el policía.

Y no le faltaba razón al niño, quien tal y como lo dispone la Convención para la Protección de la Infancia de UNICEF, tiene derecho a conocer, participar y disfrutar de la cultura que forma parte de su entorno, con libertad absoluta de elegir y opinar sobre lo que le gusta y lo que no es de su agrado.

El calificativo de toche (tonto), mas que el policía se lo merecen aquellos a quienes se les ocurrió tratar de impedir a los menores asistir a los espectáculos taurinos atribuyendo violencia a la Fiesta Brava.

El niño lo que quería era ver a Morante, uno de los toreros mas artístas del escalafón, demostrando con ello tener mas sensibilidad que todos los que están detrás de esta arbitraria medida, desde el juez que la acordó, pasando por la defensoría del pueblo y los grupos antitaurinos que utilizan la defensa de los animales como pretexto para arremeter contra los toros.

La verdad es que la violencia no está en las plazas de toros, está en nuestras calles donde los niveles de inseguridad personal han permitido que niños mueran a balazos en el transcurso de un enfrentamiento entre bandas de criminales y alli no aparecen ni el juez, ni el defensor del pueblo, ni mucho menos los animalistas.

Tambien está en el adoctrinamiento político, como en la foto anexa, en la que podemos apreciar tres criaturas con fusiles Kalashnikov entre sus inocentes 

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