En el apartado.

Aquella mañana del 10 de julio de 2012 en colaboración con San Fermín.com buscaba a la figura del toreo el siempre presente y centenario Canito. Su leyenda viva, el Degas de la instantánea, aquel que hizo arte del arte con su tocado de horizonte y rotulador. Buscaba al hombre que recortó la silueta en la arena para inmortalizar por siempre a Manolete como un Velázquez en Linares al sol. Francisco Cano había dejado vacante la silla cual trono que espera la llegada del grande bajito, días atrás había compartido momento, y en la mañana del 10 no tuve la tarde ni la suerte, Canito no estaba y había que notificarle la entrega de un trofeo para su homenaje. Pero sí tuve el par. Allá conocí en silla contigua al matador de los Andes. El graduado en artes, el venezolano que lidió en el Perú para salir por la puerta grande del corazón del Cóndor. Conocí a José Hurtado “El Chelín” que fuera matador en el Perú. El pase de pecho de un corazón siempre bueno le había dado un susto y decidió poner fin a su carrera, no al ruedo pues apodera porte e ilusión con su pupilo Cristian Valencia, promesa del toreo.
Me puso al tanto de su blog “Torerías de Chelín” tal vez el último refugio del toreo itinerante del Perú aquella tierra tan querida por mí, en donde nació mi padre. La actualidad del mundo de los toros siempre en la crónica del Chelín. Me presentó igualmente al figura, el maestro Nazaré, triunfador en la tarde del 9 cortando oreja y recortando ilusión ante 20.000 espectadores que se rindieron a los pies del de Dos Hermanas. Nazaré me regaló las siguientes palabras: “Sensaciones positivas, salí a disfrutar y lo hice como torero, sentí conexión y entrega mutua, corazón y sentimiento”.
Palabras del maestro sevillano Antonio Nazaré que había cortado una oreja el día anterior dejando los mejores naturales de la tarde.
Voviendo al maestro Chelín, me presentó al banderillero Manolo de los Reyes, y hablamos de la falta de escuela en Pamplona y la buena labor que ejerce Manolito en su escuela de Rada. Y rumbo al club taurino en donde continuamos platicando de lo divino y lo humano, calle arriba el Chelín se despedía con un apretón de manos y un hasta pronto.
Gracias por todo Chelín.
De regreso a la compañía de mi buen amigo Sergio San Martín todavía resonaban en mí las palabras que me había dejado muy amable Álvarez del Manzano (ex alcalde de Madrid) “Mikel, Pamplona mantiene vivo el espíritu de la tradición, es justo venir aquí porque en esta ciudad se mantiene la esencia”Esencia viva sin duda la de hombres como El Chelín, Antonio Nazaré y Manolito de los Reyes. Va por ustedes.