lunes, 22 de agosto de 2011

CESAR VALENCIA DOS OREJAS EN FINAL DEL CERTAMEN DE LA RIVERA DEL TAJUÑA


Valencia recibió el trofeo al 3er lugar en medio de los pitos del público que consideró que ese no era el lugar que le correspondía. Foto archivo: Chelín.
cronica de vitico ramirez tomado de venezuela taurina
* En corrida nocturna este 20/08, brindò su segundo ejemplar al colombiano César Rincón

por: Víctor Ramírez “Vitico” 

El novillero venezolano César Valencia ha cortado dos orejas en la novillada final del IV Certamen de novilladas sin picadores de la Ribera del Tajuña, en la que torearon los tres alumnos más aventajados de los centros de formación de Madrid y Guadalajara. El festejo se celebró la noche del sábado 20 de agosto.

El calor implacable y pegajoso que somete estos días a España, no fue impedimento para que la plaza registrara una entrada que rozó el lleno, hecho muy significativo ante la crisis profunda que a nivel económico sufre este país europeo, lo cual ha sido motivo de recortes de muchos festejos. Los novillos de El Torreón, serios y cuajados, dieron juego desigual, destacando el bravo segundo, el sensacional cuarto y el noble y flojo sexto. Encontrar al maestro César Rincón siempre es un aliciente, dejando el ahora ganadero una estela de sencillez y simpatía al conversar de toros, enviando a todos los aficionados de Venezuela un cariñoso saludo.

Abrió plaza David González de la Escuela de Madrid, que se mostró sin ideas capote en mano y muy ligerito con el primero. Le costó asentarse al joven novillero que dejó detalles sueltos, que al rematar bien con el acero le permitieron pasear una oreja. Mejoró su actuación ante el extraordinario cuarto novillo, un jabonero sucio que después de banderillas embistió de auténtico lujo. González abrió su faena con una ajustada pedresina y le toreó con calidad, temple y gusto en una larga faena en la que el bravo ejemplar fue siempre a más. Sin duda, el novillo era para cortarle el rabo, pero las buenas maneras del torero se ven a veces opacadas por un cite muy al hilo, toreando perfilero. No obstante le premiaron con dos orejas, a pesar de una primera estocada atravesada; y la presidencia, con un criterio, desde luego muy extraño, no ordenó la vuelta al ruedo al novillo.

Fernando Rey representó a la escuela de Guadalajara y su actuación fue desconcertante. Ya con el capote intentó suertes que no le salieron y muleta en mano busca parecerse a un torero que difícilmente puede ser imitado, Morante de la Puebla. Rey busca ponerse bonito antes que torear; intenta andar como Morante y torear como él; y ya se sabe que segundas partes nunca fueron buenas. Inició la faena al bravo segundo intentando torear sentado en una silla, pero fue un deslavazado comienzo, sin ligazón. Su oficio le permitió en ocasiones torear largo y por abajo, pero es torero de “espejo”, compone pero no somete, estiliza el toreo pero no imprime profundidad. Cortó una oreja pero se le “escapó” el gran novillo. Ante el quinto se enfrascó en una larga y deslucida labor, con algún pase suelto lento, pero terminó aburriendo. Las copias, en todo caso, no son nada buenas en el toreo.

César Valencia recibió con dos faroles de rodillas al tercero y le lanceó bien a la verónica, destacando un vibrante tercio de banderillas. Valencia se encontró con el novillo más difícil de la noche, pero a base de colocarse bien, presentar el engaño por delante y tocar con firmeza, trenzó una interesante faena premiada con un trofeo tras estar bien con la espada. Ante el colorado sexto, el más fuerte del encierro, Valencia bregó con cadencia con el capote, banderilleó voluntarioso y brindó su labor a César Rincón. El novillo tuvo mucha clase, pero poca fuerza, lo cual era una doble papeleta, que resolvió el venezolano con seriedad, técnica, gusto y temple. Largos, hondos y buenos los muletazos que con ambas manos instrumentó el diestro, que toreó a placer en una larga faena en la que pecó un poco, por exceso de ganas de ahogar al novillo pero su labor fue seguida con entusiasmo por el público. Lamentablemente la espada cayó baja y solo cortó una oreja. La sorpresa llegó al final cuando una presidencia errática determinó que el tercer clasificado de la novillada era César Valencia, que recibió un trofeo en medio de los pitos del público que consideró que ese no era el lugar que correspondía al venezolano. El segundo puesto lo ocupó Fernando Rey y el ganador del certamen y del capote del paseo en juego fue David González. Sin duda, el jurado tenía una idea de la novillada y el público otra.


FICHA DE LA NOVILLADA

Perales de Tajuña (Madrid)
Sábado 20 de agosto.
Novillada sin picadores. Final del Certamen de Escuelas Taurinas.

Seis novillos de El Torreón, serios y cuajados. Noble el primero, excelente el segundo, áspero y bronco el tercero, extraordinario el cuarto, bravo y noble, cumplió el quinto, bravo y noble el sexto. El segundo premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.

David González, de verde esmeralda y oro (Oreja y dos orejas)


Fernando Rey, de grana y oro (Oreja y saludos tras leve petición)

César Valencia, de gris plomo y azabache (Oreja y oreja)

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